martes, 4 de septiembre de 2007

Despues de una salida III (S-I-S-I-F-O)



Luis trabajaba en una fabrica de claves por el conurbano. Tenía que tomarse un tren y dos colectivos.

La fabrica era menos sexy y más desagradable que el clavo, las caras de sus compañeros y las discusiones futbolisticas le traían repulsión. No soportaba ver un diario "Ole" cerca.

La realidad es que Luis habia tenido mala suerte y no se cuido. Precoz sexualmente en su juventud, se acostaba con cualquier joven que estuviese disponible. Simplemente tenía un fuego interno que lo devoraba por dentro, ahora tenía que soportar millones de clavos clavandosele en la cabeza.

Y asi, fuera de las publicidades de Quilmes y de la linea Ser, transcurre la mayoria de las vidas de la gente que ves en la calle, lejos de ser excitante es tan aburrida como un clavo.

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